El
viernes ocho de noviembre me levanté temprano, desayuné y liquidé mi cuenta en
el hotel. Acto seguido me dirigí a la oficina donde contraté el crucero que,
durante los próximos cuatro días y tres noches me llevaría desde Flores a
Lombok.
En
Labuan Bajo existen básicamente dos tipos de negocios, el buceo y los cruceros
desde Flores hasta Lombok con visita incluida al parque natural de Komodo para
ver a los famosísimos dragones del mismo nombre. La oferta es variada y
solamente tienes que pasear por la calle principal, visitar las diferencias
agencias y elegir aquella que más te guste.
Llegué
a las oficinas y me reuní con el resto de compañeros de expedición. Dos parejas
polacas, tres amigos italianos muy simpáticos y una pareja formada por un
médico inglés y su esposa indonesia. Nos saludamos todos y una vez realizados
los últimos pagos caminamos hasta el puerto en busca de nuestro barco.
El
que sería nuestro hogar flotante para los próximos cuatro días no era el más grande
de la flota amarrada, pero tenía el tamaño suficiente para que los diez
turistas y los tres tripulantes disfrutáramos de unos días maravillosos
navegando entre playas espectaculares, paisajes increíbles teniendo como
colofón el parque natural de Komodo y sus maravillosos dragones.
Comenzamos
nuestro primer día navegando hacia el parque nacional de komodo parando en las
paradisiacas islas del archipiélago para poder disfrutar del buceo con tubo.
A
media mañana llegamos al muelle de la isla de Rintja en el parque natural para
ver los dragones de komodo. Nada más llegar al campamento base un ranger nos
recibió y nos dio una pequeña explicación sobre los dragones, su
comportamiento, su relación con la comunidad y las advertencias que deberíamos
seguir durante el recorrido de la visita.
Como
suele suceder en estas visitas éramos varios barcos haciendo la misma visita y
éramos un grupo grande de turistas para ver los dragones. No obstante a la hora
de hacer la visita se podía elegir entre tres diferentes recorridos: Corto,
mediano y largo. Nosotros para poder ver mejor la isla y evitar caminar con
otros veinte turistas más, elegimos el recorrido largo.
La
primera parte de la ruta pasaba por las estancias del campo base del parque
natural y, debajo de los barracones resguardándose del incipiente sol y calor
del día se encontraban las grandes bestias. Era algo increíble, un grupo de 3
enormes dragones de komodo de unos tres metros descansaba plácidamente sus
barrigas en la tierra mientras nos miraba con aire vigilante. La sangre me
hervía por la excitación, eran maravillosos.
Pasamos
un tiempo haciéndoles fotos antes de seguir con nuestro itinerario por el
parque natural. El siguiente paso era llegar al manantial donde los ciervos y
búfalos iban vigilantes a saciar su sed ya que los dragones suelen apostarse en
los matorrales cercanos para atacar a su presa.
Hay
que recordar que estos enormes lagartos no tienen colmillos sangrantes de
veneno con el que paralizar a sus presas, sino que dentro de su boca existen
más de 50 tipos de bacterias en su saliva que infectan gravemente la herida
creada por el mordisco consiguiendo que, al cabo de los días, muera el animal.
¡Vamos una joyita de mascota!
Tras
dar un rodeo por el pequeño manantial seguimos adentrándonos en la isla. Fue un
paseo estupendo ya que estuvimos solos durante el resto de la ruta y pudimos
disfrutar de los maravillosos paisajes y vistas a la bahía.
Al
terminar la visita al parque volvimos al barco para navegar hasta el sur de la isla
de Pulau Rinja donde estaba planeado pasar la noche. Cuando llegamos hubo
tiempo para un último baño y una excelente cena a base de arroz, verdurita y
pescado fresco. Pero lo mejor vino después del postre, con la puesta de sol.
Con el horizonte gritando en un color anaranjado y el silencio de la bahía
empezaban a despertarse los zorros voladores de la isla y cubrir el cielo en
enormes bandadas que sobrevolaban nuestra cabeza. La increíble imagen en la
soledad de la bahía hacía del momento algo sublime, el mejor final para un
primer día de crucero.
El
segundo día comenzó con la visita a la isla de Komodo para ver el segundo
reducto donde viven los enormes dragones en libertad. Una nueva oportunidad
para maravillarse viendo a estos increíbles lagartos.
Para el resto del día seguimos navegando entre
maravillosas islas de pulau Banta y pulau Sangeang y con aguas cristalinas
donde poder bañarnos y descansar a comer. Esta vez la noche no la pasamos
fondeados sino navegando a lo largo de la isla de Bima para acercarnos a nuestro
destino final en Lombok.
El día
diez de noviembre llegamos a la isla de Pulau Medan. Una pequeña isla turística
con un chiringuito para poder comer algo y una excelente excursión a unas
cataratas en el interior de la isla. Allí disfrutamos del día y pasamos la
noche antes de partir al día siguiente hacia nuestro destino final en Lombok.
En
el último día navegamos durante la mañana hasta llegar a medio día al puerto de
Kayangan en la isla de Lombok. Allí nos estaría esperando un hombre en un minibús
que llevaría a la mayoría de los turistas a las islas guili. Pero como los
polacos y yo, que teníamos la idea de ir al sur de la isla a disfrutar de las
playas de kuta, tuvimos que bajarnos a mitad de camino y coger dos camionetas
locales hasta que llegamos a nuestro destino final.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarQue pasada!
ResponderEliminarMe encanta tu blog! Este verano voy a indonesia y por supuesto haré este tour, al igual que tu saldre de flores rumbo lombok. Los tours salen a diario? Muchas gracias y felicidades por tu blog!
ResponderEliminar