Bagan es definitivamente uno de los sitios más sorprendentes del sudeste asiático en dura pugna con los templos de Angkor en Camboya.
El trayecto en autobús desde Inlie hasta Bagan son ocho horas por una carretera de curvas y paisajes espectaculares. El único problema es que de vez en cuando hay que parar el autobús para refrigerar los frenos con agua y que los lugareños no están acostumbrados a viajar y la mitad del autobús se tira todo el camino vomitando en pequeñas bolsas de plásticos.
El trayecto en autobús desde Inlie hasta Bagan son ocho horas por una carretera de curvas y paisajes espectaculares. El único problema es que de vez en cuando hay que parar el autobús para refrigerar los frenos con agua y que los lugareños no están acostumbrados a viajar y la mitad del autobús se tira todo el camino vomitando en pequeñas bolsas de plásticos.
Llegué
a Bagan sobre las cinco de la tarde pero antes de poder ir a la ciudad de
Nyaung U el autobús se paró en un pequeño puesto y un funcionario del gobierno
se subió para subir a pedir 15 fantásticos
dólares a los turistas por entrar en la zona de Bagan. Empezábamos bien.
Consejo para futuros viajeros, coger siempre el autobús nocturno que llega
sobre las cuatro de la madrugada a Bagan y así evitaréis tener que pagar la
tasa.
Nada
más salir del autobús te espera un grupo de gente local ofreciendo llevarte a
tu guesthouse en moto, ritsaw o burro pero realmente no merece la pena ya que
la Ciudad de Nyaung U es bastante pequeña y en la calle principal están todas
las guest houses y hoteles baratos. Lo que si fue más difícil fue encontrar una
habitación que estuviera dentro de mi presupuesto ya que, al ser Bagan una
centro turístico por excelencia en Myanmar, los hoteles y guest houses se han
subido a la parra y pedían mínimo 15$-18$ por una habitación. Así que después
de recorrer varias conseguí una habitación en Pyinsa Rupa guest house por 9$
que, como en otros sitios en Myanmar, la habitación no lo valía pero era la
única alternativa para viajeros con bajo presupuesto, por lo menos incluía el
desayuno.
La
tarde ya la había perdido con mi búsqueda de alojamiento así que ya sólo me
quedaba acercarme a ver la pagoda más importante del pueblo la llamada
Shwezigon Paya e ir al mercado a buscar algún sitio barato para cenar. Elegí un
restaurante local que parecía limpio y barato sólo 600mmy. Sólo les quedaba
curry de cerdo pero la gente local que copaba el bar parecían muy majos y el
dueño hablaba un inglés decente así que nos pusimos a charlar mientras me
sentaba a cenar.
Al
día siguiente me alquilé mi bici y me puse a pedalear para visitar los templos
que pueblan la llanura de Bagan. Tuve suerte porque el cielo estaba nublado y
no me costó nada llegar a los diferentes templos y sacarles unas fotillos.
Durante todo el camino puedes encontrar turistas de bajo presupuesto montados
en bici haciendo el mismo recorrido que tú así como coches de caballos con
grupos de tres o cuatro personas que se han unido para conseguir un precio más
conveniente. Las pequeñas pagodas están vacías pero en cuanto te acercas a
pagodas importantes te asaltan los vendedores de suvenires que, después de
preguntarte por tu nacionalidad, aplican las frases turísticas convenientes
“hola coca cola” “bueno bonito barato” “te lo piensas y me lo compras luego”
etc.
Después
de toda la mañana pedaleando llegué a la pagoda de Pyathada Paya, uno de los
mejores sitios para ver el anochecer, me encontré con una pareja encantadora,
Maribel española y Mateo Italiano. Resultó que ellos estaban alojados en la
guest house que estaba pegada a la mía así que quedamos esa misma noche para
cenar o tomar algo por la noche.
A
media mañana decidí volver a Nyaung U para descansar antes de volver a montarme
en la bici y regresar a los templos a ver la puesta de sol. Sin darme cuenta me
entretuve más de la cuenta rapándome el pelo y me tocó esprintar con todas mis
fuerzas para volver al templo de Pyathada Paya donde tenía planeado ver la
puesta de sol que prometía ser estupenda ya que las nubes habían desaparecido.
Llegué
al templo con el tiempo justo y la lengua como un trapo. Rápidamente me quité
las sandalias, subí por las escaleras y me situé en primera fila para ver el
anochecer. Pero ese día el karma no quiso echarme una mano y decidió que justo
antes de que el sol se pusiera tras las montañas y el cielo se tornara en miles
de colores amarillos, naranjas y rojos, una maraña de nubes negras cubriera el
horizonte y me quedara sin la foto de postal que os prometía en el vídeo.
Con
la desilusión de haber conseguido mi propósito regresé a Nyaung U para cenar,
devolver la bici y meterme en la cama. Antes de llegar a mi guest house
encontré un restaurante llamado Pyae htet thar con un increíble curry de pollo
con sopa, verduras, berenjena y tofu por sólo 800mmy, no vi la puesta de sol
pero por lo menos me puse las botas. Y de vuelta en la guest house coincidí con
Maribel y Mateo así que me acerqué a su guest house y estuvimos charlando y
arreglando el mundo junto a una cerveza hasta bien entrada la noche. Lo pasé
genial poniendo a parir a los políticos españoles y escuchando a Mateo como
hacía lo mismo con los italianos así que decidimos volver a juntarnos a la
noche siguiente para ir todos a cenar.
Al
día siguiente decidí descansar y levantarme algo más tarde, total ya había
hecho lo más importante y me quería tomar el día para acercarme al río y
sentarme a actualizar tranquilamente el blog. Así que después de acercarme a
charlar un rato con Maribel y Mateo en su guest house, cambiar unos dólares en
el banco y divertirme charlando con los lugareños serrando troncos en la calle,
volví a alquilar mi bici y pedalear hasta la vieja Bagan para acercarme hasta
la ribera del río y sentarme con los lugareños a beber té y actualizar mi blog.
Cuando
terminé de actualizar los textos ya era la hora de comer así que me monté en la
bici y fui a buscar un sitio donde poder comer barato cosa que en la vieja
Bagan es muy difícil por ser el sitio más turístico. No obstante y por pura
casualidad, cuando iba a visitar la pagoda Bupaya me encontré con un pequeño
puesto con las típicas hoyas sobre la mesa. Pregunté y… ¡bingo! Curry de pollo
con todos los platos adicionales y una sopa de lentejas estupenda por sólo
1000mmy. Además los dueños eran encantadores y me dejaron jugar con el peque de
la familia y todo.
Ya
después de comer empezaba a caer el sol y me empecé a dirigir hacia la pagoda
Pyathada Paya donde el día anterior había intentado ver la puesta de sol con la
tranquilidad de quien tiene todo el tiempo del mundo para disfrutar del paseo
viendo como la luz del atardecer engrandecía las diferentes pagodas. La verdad
es que fue una gozada contemplar como los ladrillos se tornaban de un rojo
intenso, los dorados de los chedi brillaban en lo alto de las pagodas, y los
blancos de los yesos se iluminaban.
Cuando
llegué a Pyathada Paya el ambiente prometía. No había mucha gente y el cielo
estaba despejado con algunas nubes que podían dar muy buen juego a la hora de
reflejar los diferentes colores del anochecer. Me senté tranquilamente, me puse
los cascos y contemplé tranquilamente como el sol, poco a poco, se iba poniendo
en el horizonte. Esta vez, aunque hubo menos nubes que en el día anterior, la
puesta de sol tampoco se pudo ver completa aunque sí mucho más intensa que la
última. Así pues, con un sensación de paz y alegría me volví a montar en la
bici y regresé a Nyaung U que había quedado con Maribel y Mateo para cenar.
Nos
encontramos en la guest house donde estaban alojados Maribel y Mateo y fuimos a
cenar al restaurante Pyae htet thar un curry buenísimo curry de pollo con una
gran variedad de pequeñas raciones incluida una salsa de tomates con cebolla,
ajos, picante y cacahuetes que estaba estupenda.
La cena estuvo deliciosa y la compañía mucho mejor pero llegó la hora de despedirse porque yo al día siguiente tenía que coger un autobús a las ocho de la mañana hasta Mandalay porque quería llegar en un día hasta la ciudad de Pyin U Lwin. Pero eso será parte de mi próximo post.
La cena estuvo deliciosa y la compañía mucho mejor pero llegó la hora de despedirse porque yo al día siguiente tenía que coger un autobús a las ocho de la mañana hasta Mandalay porque quería llegar en un día hasta la ciudad de Pyin U Lwin. Pero eso será parte de mi próximo post.
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