A Yee Pheng y su familia por portarse
tan bien conmigo en este viaje. Gracias sois gente estupenda.
Tras
pasar 3 días increíbles por Singapur, una de las ciudades que más me han
marcado este viaje, compré un billete de autobús que me llevaría directamente
hasta la ciudad de Kuala Lumpur donde me esperaba mi amiga Yee Pheng. Ni que
decir tiene que al tratarse de un autobús de Singapur los asientos tenían
masaje incluido.
En
Kuala Lumpur me quedé en casa de Yee Pheng ya que al día siguiente saldríamos a
recorrer las Cámeron Highlands junto con su amigo Jorge. La parada en casa de
Yee pheng fue como un oasis en el desierto, una parada en el camino para
reponer fuerzas, dormir en mi propia habitación en una cama cómoda, lavar la
ropa y pegarme una buena ducha. Además lo mejor de todo, ¡¡¡¡¡¡tenía aceite de
oliva!!!!!!!
Al
día siguiente nos levantamos tranquilos, cogimos las maletas y fuimos a
reunirnos con Scott, el amigo de Yee Pheng, que nos esperaba para a ir a las
Cámeron Highlands. Llegamos a Tanah Rata por la tarde noche, después de unas
cuantas horas de coche y alguna que otra vuelta atrás en el camino por habernos
perdido.
Una
vez alojados en nuestro hotel fuimos a cenar el plato típico de la zona “steam
boat”. Es una especie de fondee pero que utiliza sopa de pollo en lugar de
aceite o queso para cocinar lo alimentos que se meten dentro. La verdad es que estaba
riquísimo y fue muy divertido de comer. Además sienta genial comer algo
caliente ya que la temperatura en la zona baja bastante y pasa a ser bastante
fresca en la noche.
El
sábado fue un día de excursiones y visitas. Estuvimos en las plantaciones de té
disfrutando de unas vistas increíbles. El valle cubierto de plantas de te
dibujaba una paleta increíble de colores verdes salpicados de vez en cuando por
los sombreros de los recolectores de té. También fuimos a recolectar fresas a
los invernaderos de la zona donde las puedes elegir tú mismo y llevártelas a
casa. Estaban riquísimas, ni que decir tiene que elegíamos 1 y nos comíamos 3
pero bueno me imagino que los chinos que dirigen los invernaderos ya habrán
pensado en esas pequeñas pérdidas.
Por
la noche nos dirigimos a nuestro siguiente destino en la ruta de fin de semana.
La pequeña ciudad de Ipho. Antaño una de las ciudades más importantes del
sudeste asiático por sus minas de zinc, hoy en día y aunque todavía resisten
ciertos edificios de estilo colonial en el centro de la ciudad, cierto aire
decadente recorre sus calles y se trata más de un destino para llegar a las
Cámeron Highlands que un lugar a
visitar. Pero lo que sí que es interesante de esta ciudad es su comida. Gracias
a que iba con gente local pude saborear las especialidades de la zona como eran
sopa de pollo de la zona y los dim-sum.
Pero
el fin de semana llegó acabó y mis amigos tuvieron que despedirse ya que tenían
que volver a kuala Lumpur para trabajar al día siguiente mientras que yo seguiría camino hacia mi
siguiente destino la isla de Penang que también se conoce como la capital
culinaria de Malasia. Pero
eso será parte de mi próximo post.
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