Port Burton donde el tiempo se detiene en Filipinas.

Aterricé en Puerto Princesa sobre la una de la tarde de martes a la una de la tarde con la idea de llegar esa misma tarde a Port Burton. Mi primer movimiento fue acercarme a la mesa de turismo situada a la salida del aeropuerto y preguntar por la manera de llegar a Port Burton. La respuesta no fue muy halagadora. Los dos policías no sabían aclararse si había o no había autobuses, furgonetas o jeepenes que me pudieran llevar esa misma tarde.

Finalmente decidí que la mejor manera de averiguar la verdad era llamar al sitio donde quería quedarme y preguntar allí como podía llegar esa misma tarde a Port Burton. Cuando llamé Lucy, la dueña de la guest house, me comentó que el único autobús salía por la mañana a las nueve y que lo mejor que podía hacer era quedarme en Puerto Princesa hasta el día siguiente. Por suerte también me comentó que ella estaba en la ciudad por asuntos de negocio y se me encendió la bombilla. -¿Le importaría alojarme en su casa por esta noche y así podríamos compartir el viaje mañana en el autobús?-. ¡Si, sin problemas! Así que me quedé en casa de Lucy con ella y sus dos hijos una gente maravillosa y al día siguiente a las nueve cogimos el autobús a Port Burton.

Tardamos cuatro horas en llegar en un autobús destartalado que tenía que parar de tanto en cuanto para refrigerar el motor con cubos de agua. La carretera tampoco se puede decir que ayudara mucho porque en el momento que dejas a un lado la carretera principal te espera un verdadero camino de cabras hasta llegar a Port Burton. Una vez allí seguí a Lucy y su familia para alojarme en su resort “Sunset Resort El Dorado” un sitio apartado con bungalows baratos, buen ambiente y las mejores vistas a la puesta de sol del pueblo.

Port Burton es un lugar idílico para aquellos que llevan viajando durante mucho tiempo o los que buscan tranquilidad. Es un pequeño puerto de pescadores done el silencio y la tranquilidad reina en las pocas calles desperdigadas por la zona. La actividad es mínima y menos ahora que empieza la temporada baja. Cuando paseas los lugareños te paran para saludarte y preguntarte incluso hay gente como Carlos, un lugareño encantador, que me llevó a visitar la casa nueva que se estaba construyendo con sus propias manos a las afueras del pueblo.

Al día siguiente decidí contratar una excursión para visitar las islas por 500p. Una buena manera de pasar el día ya que te incluye la comida y también te dan unas gafas para bucear. Así conocí Anne, una chica alemana que lleva dos años viajando por el sudeste asiático y a Steven, un chaval checo que está de vacaciones en las islas. Pasamos un día genial visitando las islas, buceando y comiendo pescado fresco.

Luego por la noche todos nos reuníamos en mi guest house para tomar algo, charlar e intercambiar información sobre nuestros diferentes viajes y destinos. El bar de mi resort parecía la onu. Estaba, David Español, Ganese francés y su mujer Sochi americana, Alex Canadiense, Nicolás Francés. Fue una velada estupenda.

Hoy es un día de relax estudiar un poco mi próximo destino en Borneo y ver como llego mañana a “El nido” que es el lugar más famoso de Palawan por sus maravillosas lagunas y peñascos de piedra caliza. Pero eso será tema de otro post.