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sábado, 3 de agosto de 2013

Regreso a Bangkok, Reencuentro con viejos amigos y una visita largamente esperada

A Isabel por 15 años de amistad y a Diana por alegrarme el viaje con su visita

El 25 de julio me desperté temprano para desayunar antes de coger el autobús gratuito de Airasia que me llevaría hasta el aeropuerto de Mandalay desde donde a la 12:45 saldría mi avión a Tailandia.


Llegué a Bangkok a sobre las dos de la tarde y me dirigí a la parada de metro de Shukumvit donde había quedado con mi amiga Nate para quedarme en uno de sus apartamentos. En esta ocasión el sitio estaba genial, un estudio todo para mí en el centro de la ciudad, con piscina, gimnasio y a un minuto andando del skyline y el metro perfecto para pasar los días que estuviera en Bangkok. Pero lo mejor todavía quedaba por llegar.



Resulta que en esas mismas fechas mi gran amiga Isabel estaba de vacaciones con unos colegas suyos en Tailandia y habíamos cuadrado fechas para poder coincidir en Bangkok. Ella vive en Londres y volver a verla después de casi dos años fue algo muy especial. El viernes 26 quedamos a medio día en el centro y fuimos a comer un curry a un restaurante cerca de Kaosan Rd. Como siempre sucede con Isa, el rencuentro fue como si no hubiera pasado el tiempo y, después de comer nos quedamos ella y yo solos tomando un café y poniéndonos al día de nuestras últimas aventuras y desventuras.


Como no podía ser menos la tarde se pasó volando y a la hora de cenar volvimos a quedar con sus amigos para tomar unas cervezas, cenar y arreglar el mundo. Fue un reencuentro muy pero que muy especial, ¡Gracias Isa!
Pero aun había más.

Al día siguiente aterrizaba en Bangkok mi amiga Diana que había tenido la grandeza de venirme a visitar en los únicos ocho días de vacaciones que tenía disponibles. ¡Esos detalles son los que no se olvidan! Además la pobre tuvo que pasar por el filtro familiar e ir a casa de mis padres a recoger un paquete con algunas cosas que necesitaba incluidos varios kilos de embutido ibérico. La pobre iba más cargada que Alfredo Landa de emigrante en Berlín.

Quedé con Diana en la parada de metro cerca del apartamento y, tras varios intentos frustrados, por fin coincidimos en una de las salidas. El encuentro fue de los más sentidos que recuerdo y eso que la pobre Diana no se podía tener en pie después de 24h de viaje. Tras los primeros besos, abrazos y reprimendas por estar muy delgado nos pusimos en marcha ya que no teníamos tiempo que perder si queríamos salir ese mismo día para Koh Pangan.



Primero fuimos a desayunar, cambiar dinero y lo más importante ¡COMPRAR PAN!. Después cogimos nuestras cosas y nos acercamos a Kaosan Rd. Para comprar los billetes de autobús y ferry. Para aquel entonces Diana ya era la mitad de persona y seguía menguando peligrosamente a causa de las horas que llevaba despierta y el tute que se estaba metiendo. No obstante consiguió recuperarse un poco cuando nos sentamos a comer y descansar hasta que nos vino a recoger la minivan que nos llevaría a la parada de autobuses de largo recorrido.



Y fue aquí donde sucedió el maravilloso evento que marcaría un antes y un después en mi viaje. Mientras esperábamos sentados a poder subir a nuestro autobús decidí que ya no podía aguantar más y abrí mi mochila para sacar la bolsa de plástico blanca que contenía el maravilloso y ansiado maná. Mi boca nadaba en saliva y mis pupilas se dilataban al ver aparecer entre el plástico el paquete al vacío que contenía el lomo embuchado. Rápidamente le pedí a Diana que me acercara el pan que habíamos comprado y el cuchillo que, sin que se dieran cuenta, nos habían cedido en el restaurante donde habíamos comido. Con el ansia de un niño en la noche de reyes, rasgué con ímpetu el plástico del paquete de lomo y me preparé mi primer sándwich de embutido español que, como os podéis imaginar, me supo a gloria bendita.



Ya con el estómago lleno subimos al autobús y nos acomodamos para pasar las siguientes trece horas de autobús de Bangkok hasta Surat tani. Recordamos que el momento de coger el autobús Diana ya llevaba en su cuerpo treinta horas de viaje. La pobre ya no sabía si era Diana o el Baúl de la Piqué.

Como no podía ser de otra forma en un viaje en autobús por Tailandia, el habitáculo es una perfecta cámara frigorífica donde el aire acondicionado machaca tu garganta y te deja los huevos pequeñitos y pegados al culo como si fueran los de un Doberman. La pobre Diana que no se lo esperaba ya no sabía qué hacer, no sólo llevaba más de treinta horas despierta sino que tenía tanto frío en el autobús que no podía dormir.



Pero bueno como quien algo quiere algo le cuesta, tras trece horas de viaje en mi caso y más de treinta en el caso de Diana, llegamos al puerto de surat tani donde nos sentamos a desayunar mientras veíamos amanecer y esperábamos a que viniera el ferry que nos llevaría a Koh Pangan para pasar nuestra semana de vacaciones en el paraíso. 




Pero eso será el tema para mi siguiente post.



4 comentarios:

  1. Hola Arturo, gracias por tu blog lo estamos pasando de maravilla leyendo tus aventuras, nosotros nos vamos el día 12 a Myanmar y como hacemos escala en Bangkok también le vamos a dedicar unos días.(nos hemos reído un montón con tu percance en el barrio chino;)). Te vamos a hacer una pregunta por donde pasa el autobus de airasia para ir al aeropuerto de Mandalay?? cómo podemos informarnos de los horarios y paradas???. Gracias y felicidades por el blog.

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    Respuestas
    1. Gracias a vosotros Tessa por seguir mi blog. Hacéis muy bien ahora en ir a Myanmar antes de que se lo cargue el turismo en masa.
      El autobús desde la ciudad de Mandalay al aeropuerto es muy fácil de coger. Hay una oficina de Air Asia en la calle principal la 26 y la oficina están entre las perpendiculares 78-80, preguntar en la guest house u hotel por la dirección exacta. Podéis ir allí a informaros.
      Hay dos autobuses uno a las 8:30 y otro a las 9:00 El autobús sale de una de la esquina de la 26 con una de las perpendiculares pero no me acuerdo exactamente cuál pero se ve perfectamente aparcado esperando gente.
      Espero haberos servido de ayuda y ya me contaréis la aventura.
      Un saludo

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    2. Hola Arturo ,lo prometido es deuda, acabamos de volver de ese maravilloso pais que es Myanmar, no solo las pagodas, paisajes... sino tambien sus habitantes, nos ha ido fenomenal, estamos contentisimos y otra vez muchas gracias por tu informacion, continuaremos siguiendo tus aventuras. Un saludo

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    3. De nada Tessa fue un placer ofreceros mi ayuda. Yo sigo perdido por indonesia que es otro país increíble, merece mucho la pena y os lo recomiendo para vuestra siguiente aventura.

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