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jueves, 31 de enero de 2013

Mi segunda familia en India


Estos son mis últimos días en la India. Primero pasaré unos días en Varanasi, haré un paréntesis para visitar Halabad y ver el Kunmamela y después Nepal. Pero antes de que os pueda escribir y describir mis sensaciones de estas dos ciudades quiero hacer un post muy especial y dedicárselo a una familia que conocimos en el tren de camino a Varanasi.



El pasado 28 ene. llegamos a la pequeña y sucia estación de Haridwar con tiempo suficiente para coger nuestro tren nocturno a Varanasi. La gente se amontonada en el suelo de la estación arropada con mantas y cartones. Algunas familias esperaban sus trenes y otros muchos simplemente un sitio donde cobijarse durante la noche húmeda y fría.




Tras un rato de espera decidí que era mejor ir al andén donde tendríamos que coger nuestro tren para poder ver si estábamos en la lista de pasajeros y, de ser así, entrar y colocar las cosas para el viaje. El plan salió bien, los billetes habían sido confirmados y teníamos litera en clase Sleeper, la clase más baja  del sistema de trenes indio y al mismo tiempo la mejor para conocer a la gente más auténtica de este país. Entramos en nuestro vagón y a oscuras encadenamos nuestras mochilas y sacamos la manta que habíamos comprado el día anterior para no pasar frío durante el viaje.



Como suele suceder los extranjeros en este tipo de situaciones solemos llamar la atención y acaparamos las miradas y comentarios de la gente local. En este caso se trató de la grave voz de un indio que mostró todo su interés por saber de dónde éramos y hacia dónde nos dirigíamos. La respuesta evidentemente llevó a más preguntas y a más conversación. Se unieron una chica joven, otra mujer, un hombre algo más mayor y en un momento me encontré hablando con una familia de indios que iban de camino a Calcuta.



Deboshmita era la hija que estudiaba informática, le gustaba la música de pitbul y tenía una sonrisa dulce. Soma era la madre, agradable y muy simpática con un excelente inglés y siempre preguntando y dando temas de conversación durante todo el viaje. Ratan era el tío, viajaba con toda la familia y fue el primero en hablar con nosotros. Siempre decía que la verdadera India se veía en los trenes, allí se mezclaban todos. Por último Debrath el patriarca de la familia. Una persona de rostro amable, que desprendía ternura y calidez en cada uno de sus gestos. Los cuatros regresaban a Calcuta tras haber pasado unos días visitando la ciudad santa de Haridwar y alrededores.


Gracias a la compañía de esta familia el trayecto de 18h hasta Varanasi se hizo corto e incluso me olvidé del frío que había pasado durante la noche. Hablamos de todo un poco, me estuvieron dando muchos consejos sobre su ciudad Calcuta de la que se sentían muy orgullosos, incluso me enseñaron a pronunciarlo bien “Colcata”. Intercambiamos comida, bueno más bien ellos no pararon de ofrecernos frutos secos, galletas, caramelos y cualquier cosa que tuvieran y pudieran compartir. Y todo ello mezclado con risas, fotos, más risas, historias y muchísimo cariño.



Poco a poco otra gente del vagón se acercaba y se sentaba a nuestro lado para hacernos alguna pregunta o integrarse en la conversación. Había un chico del ejército que me enseño orgulloso sus fotos del campamento militar, era soldado en el cambio de guardia de India con Pakistán. El mismo cambio de guardia que habíamos presenciado hace un par de semanas. También se con nosotros Pratibimb un chico joven ingeniero informático que estoy seguro se va a comer el mundo.


Por fin por megafonía sonó en Hindú Varanasi y rápidos toda la familia nos avisó de que era nuestra parada. Empaquetamos nuestras cosas, nos pusimos las mochilas a la espalda y nos despedimos de todo el vagón que, por aquel entonces, ya era entero nuestro amigo. Con nosotros se bajaron Ratan y Debrath, ya en el andén y con los ojos vidriosos Debrath me dio un abrazo que nunca olvidaré. Luego los 4 nos hicimos una última foto y nos despedimos con un abrazo final.


No sé qué me sucederá aquí en Varanasi o en el Kunmamela, pero para mí este viaje ya amortizado con creces.

Un abrazo fuerte para mi nueva familia india.

4 comentarios:

  1. Arturooooooooooo!!!!!!!!!!!! que de historias!!! no me pierdo ni una!!! Porfa no dejes de contárnoslas. Muchos besos!!!!!

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    1. Gracias Mamen no tranquila que no dejaré de escribir siempre que pueda.

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  2. Jolín que me has emocionado....... Por cierto, cuando puedas consulta tu correo si quieres ver los primeros pasos de tu sobrino... Emocionante a tope también!!! ;))

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