Durante
mis días en Kuala Lumpur estuve alojado en el apartamento de mi miga Yee Pheng
con lo que pude relajarme, lavar mi ropa, ducharme y dormir todas las noches en
mi propia habitación que la verdad después de tanto dormitorio compartido se
agradece un poco de tranquilidad y privacidad.
En
compensación a tanta amabilidad a mí me tocaba cocinar la cena algo que no me
importaba nada ya que tuve la oportunidad de abandonar la comida oriental
durante unos días y volver a la dieta mediterránea.
Pero
lo más importante que debía conseguir durante mi estancia en la ciudad era
tramitar mi visado a Myanmar cosa que no las tenía todas conmigo ya que para
tramitarlo te pedían el vuelo de salida del país y yo tenía un vuelo que
excedía los 28 días del visado. Pero como hecha la ley hecha la trampa, cogí mi
copia del vuelo y modifiqué la fecha con fotoshop para que coincidiera con las
fechas del visado. Luego entregué los papeles, pagué y me dirigí a la estación
de autobuses para irme a visitar la ciudad de Melaka.
Cuando
regresé de Melaka pasé a recoger mi visado y cambiar dólares para mi próxima
etapa del viaje. Una vez realizados todos los trámites me dediqué a pasear por
la Kuala Lumpur que todavía sufría los problemas de polución de los últimos
días a pesar de los esfuerzos de las autoridades por hacer crear lluvia
artificial para limpiar la atmósfera.
Ya a
última hora de la tarde me encontré con Yee Pheng y fuimos a cenar junto con su amigo Scott. Ya
sólo quedaba hablar con la familia, hacer las maletas y prepararme para mi
largo viaje a Yangón del día siguiente. Pero eso será en parte de otro post.
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