Hoy
nos despedimos de Varanasi con destino a Nepal. Estos dos últimos días han sido
una locura. Desde que dijimos a nuestros amigos de la guest house que nos
íbamos no han parado de pedirnos que nos quedáramos más tiempo, que éramos sus
mejores huéspedes e incluso ayer nos invitaron a una fiesta en su casa.
El
evento empezó a eso de las 6 de la tarde aunque el que suscribe el post llegó a
las 7. De sobra es sabido que las estrellas siempre deben hacerse esperar.
Cuando llegué a su casa no me lo podía creer. Esta gente no solo tienen la guest
house más el edificio de al lado sino que además tienen otro edificio de 5
plantas donde vive toda la familia. Claro que estamos hablando de 7 hermanos y
5 hermanas. A la madre la tienen postrada en un altar porque como baje llega el
padre y se la tira….
En
fin allí estaban todos: Fernando, Hong, Hali (babady para los amigos) y 3 de
los hermanos que regentan la guest house. Rohit un chico de los más alocado y
divertido, Mohit tímido y con cara de buena gente, Rohan el más guay de los
hermanos. Habían acoplado un teléfono móvil al amplificador y teníamos batucada
sonando a todo volumen en la habitación. También habían puesto una bandeja con
patatas fritas y galletitas. La fiesta era como las de nuestros cumpleaños
adolescentes. Pasaron una bandeja con té, luego unos cuencos con fideos
picantes y por último whisky con agua y cacahuetes picantes claro.
Vinieron
más amigos indios que se unieron a la fiesta, todo el mundo bailamos como
locos, cada uno a su estilo más extravagante y por fin a las 9 como buenos chicos apagamos la música y dimos la
fiesta por concluida. Luego llegamos a la guest house y nos subimos a la terraza
a continuar charlando y conociendo a los nuevos inquilinos que, por no tener
todavía el título de huésped honorario, no habían sido invitados a la fiesta.
Si
señor fue toda una experiencia nueva recordar nuestras fiestas de cumpleaños
adolescentes pero esta vez transformadas al estilo hindú. Y lo mejor de todo es
que nos han invitado a volver y nos han dicho que nos darán habitación gratis y
otra fiesta. ¡Qué gente más maja! Yo creo que después de esta fiesta mi karma
ha vuelto a su normalidad.
Hoy
es el día de despedidas, decir adiós a los buenos amigos aquí conocidos,
admirar por última vez esta maravillosa ciudad y cerrar los siguientes pasos en
Nepal. Encontrar alojamiento en Katmandú, ver que trekkings vamos a hacer por
el Himalaya, ver conexiones y vuelos para el sudeste asiático.
Esta
noche cogemos el tren nocturno a Gorakphur (345 inr 1º clase) y llegaremos
sobre las 7-8 de la mañana. Desde allí cogeremos un jeep (100inr) a la frontera
Nepalí en el pueblo de Sonauli y de allí un autobús a Katmandú. De las
aventuras y desventuras en el próximo país os contaré en el siguiente post.
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