El
21 de septiembre me levanté tranquilamente, desayuné, me despedí de mis
entrañables caseros y, después de curiosear por las calles de Yoyakarta me
dirigí a la terminal de autobuses de Giwangan para coger el autobús que me
llevaría a Dempasar en la Isla de Bali.
Después
de muchas horas de autobús atravesando Java llegamos a Ketapang para coger el
ferry a Bali. Durante la travesía vimos salir los primeros rayos de sol que nos
saludaban y daban la bienvenida a Bali.
La
terminal donde nos dejó el autobús estaba bastante alejada del centro de la
ciudad y para poder llegar a Ubud todavía tendría que llegar a la terminal de
Ubung en el centro de Dempasar y de ahí coger otro bemo a la terminal de
Batubulán desde donde salían los vemos hacia Ubud. Y es que una de los puntos
negativos de Bali es su sistema de comunicaciones. Para moverse entre ciudades
y pueblos lo más común son pequeñas furgonetas llamadas bemos que no salen de las terminales
hasta que se llenan y que cuando ven turistas el precio del billete se
multiplica por 3.
Después
de un autobús nocturno, un ferry, dos bemos y una moto llegué por fin a Ubud. He
de decir que mi primera impresión de la ciudad fue bastante negativa. Si bien
es cierto que debió de tener un pasado idílico de pueblecito encantador lleno
de templitos y escondido entre arrozales, hoy en día se ha transformado en otro
gran destino turístico lleno de guest houses, cafés de diseño, restaurantes de
alto copete, spas y galerías de arte de diseñadores de moda. Por sus calles hay
más turistas que lugareños y el tráfico es insoportable.
Cuando
me encontré con Juanma y Martina comentamos esta sensación y Martina también
coincidió en que nunca había visto tanta gente en esta ciudad y que seguramente
sería por las cremaciones que se hacían ese fin de semana.
Pasé
un par de días en Ubud con Juanma y Martina. El primer día decidimos alquilar
unas motos y hacer una excursión de un día para visitar los alrededores. La
verdad es que esta fue la mejor opción porque una vez que te sales del centro
turístico de Ubud las carreteras, pueblitos y vistas se hacen mucho más
interesantes. Pasamos todo el día en la moto nos acercamos a las terrazas de
arroz, las fuentes termales de tempaksiring y el volcán Batur.
Como
yo llevaba mucho tute encima decidí quedarme un día más y relajarme paseando
por los arrozales que rodean Ubud y disfrutar de un pedazo de masaje por siete
euros que me dejó como nuevo.
Al
día siguiente me despedí de Juanma y me dispuse a realizar mi propia ruta en
moto por el norte de la isla. El primer destino fue el templo de Pura Besakih. En
realidad se trata de un gran complejo de 23 templos independientes pero
relacionados entre sí, de os cuales Pura Penataran Agung es el más grande e
importante. El gran problema es que cuando llegas muchos lugareños buscan la
excusa de que hay una ceremonia en el templo para prohibirte la entrada a no
ser que utilices sus servicios como guías. No es obligatorio en absoluto, se
puede pasar tranquilamente a visitar el templo sin problemas.
Cuando
terminé con el templo me volvía montar en la moto y me dirigí hacia las impresionantes terrazas de Culik que eran una auténtica
pasada. Por último y cuando ya los riñones empezaban a temblar volví a montarme
en la moto y me dirigí a mi destino final de Tulamben donde tenía pensado hacer
mis primeras inmersiones en Bali. Por el camino la impresionantes vistas del
volcán Agung con los últimos rayos de luz de la tarde.
Llegué
a Tulambén hacia las tres y media de la
tarde y me puse a buscar alojamiento y escuela de buceo. Algo que realmente no
es difícil porque la ciudad no es más que una calle con un montón de escuelas
de buceo alrededor. Después de comparar precios y equipos me decidí por Dive
concepts que ofrecían tres inmersiones por 700.000 rupias y además cama en
dormitorio por 50.000. Los equipos eran nuevos y el ambiente que había en la
escuela era genial.
Después
de cuadrar mis inmersiones para que pudiera ver el barco liberty, la pared de
coral drop off y el jardín de coral, me dispuse a buscar un buen restaurante ya
que necesitaría recargar energías para el largo día de buceo que me esperaba.
Como Tulambén sólo tiene escuelas de buceo las opciones de restaurante son
pocas y caras, no obstante pude encontrar al final de la calle, ya cuando vas a
salir del pueblo y pequeño restaurante que servían comida local riquísima y por
un precio razonable. Así que me di un buen festín de pollo balambun que es un
plato de pollo con una salsa de tomate, cebolla, chiles, ajos y salsa de soja
que me supo a gloria.
Con
el estómago lleno regresé a la escuela maravillándome con las vistas del Agung
y con una sonrisa de oreja a oreja por la expectación de volver a bucear. ¡Y
esta vez para ver mi primer pecio! Pero eso será parte de mi próximo post.
Hola Arturo! Qué tal? Estoy suguiendo tu blog desde hace días. Me gusta tu forma de viajar y de narrar las experiencias, lejos de parecer agencias de viajes con tanto dato técnico.
ResponderEliminarEstoy en Indonesia, ahora mismo en Tulamben ya que hice ayer 3 buceos. Como por gustos, nas o menos, me parezco a ti, te quería pedir un poco de ayuda porque estoy un poco perdido. Tengo aun 20 días más y como no son muchos y aquí el transporte es lo que limita bastante,dudo hacia donde tirar. Mañana ire4a Nusa Pedina y luego Lonbok. Donde recomendarías ir sí o sí desde Lombok? Quiero playas, snorkel, buceo. Prefiero no pisar grandes ciudades o sitios muy de interior.
Espero que no te moleste que te pregunte así sin más.
Muchas gracias!!!!!