Hoy hemos ido a ver el
espectáculo del cierre de la frontera entre Pakistán y la India. En sí el
evento no es otra cosa que la bajada de banderas de ambos países mientras ambas
guardias se esmeran en desplegar sus mejores pasos militares, a cada cual más
exagerado, mientras en las gradas miles de Indios gritan “Viva el Indostán” y
los pakistaníes imagino que algo parecido por el otro lado.
La verdad es que es curioso pero después de un
espectáculo así uno piensa qué sentido tienen las fronteras y como una simple
valla y una bandera separan pueblos enteros. Pero, al mismo tiempo, es
interesante como la gente se agolpa delante de la frontera para demostrar el
amor a los colores de su bandera.
Lo curioso es que al salir nos
hemos cruzado con un lugareño que nos preguntaba extrañado cómo es que habíamos
venido a ver este espectáculo, para él era bochornoso, que ensalzaba unos valores
de confrontación entre las naciones que no deberían de existir.
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